despacio,
sin prisas
pero sin pausas,
nuestras
pieles van a su reencuentro.
Nuestros
cuerpos se aproximan
y nuestros
deseos crecen.
Ardo con
ganas de morderte
con locura
cuerda.
Deseo
mirarte de cerca
y contemplar
como se agrandan
nuestras
retinas en el espacio.
Tiemblo cual
reflejo de la luna
en las aguas
de un estanque
en una noche
clara.
Me acerco
aun mas a ti
para
llenarte la boca de flores
y del dulce
dolor
de morderte
suavemente los labios.
Miro el
amanecer desde la cama
mientras se
que tu… aun duermes.