pero siempre
frente a ti
con los
cinco sentidos.
Mirando tus
ojos,
oliendo tu
perfume,
saboreando
tu cuerpo,
palpando tu
piel
y oyendo
latir tu corazón.
Frente a
frente,
compartiendo
instintos,
amor,
deseos, …
Pregonando a
los cuatro vientos
que los
sueños son realidades.
Que querer y
tener
son solo el
firme deseo de conseguirlo.
La mente
vuela despacio…
porque ya se
conoce
el camino
que la lleva hasta ti.