Romper el
hielo
allá donde
el hielo se derrite.
Encontrar
desiertos
donde la luz
de la mañana
había dejado
mares de placer.
Buscar en el
horizontes
estrellas
ardientes
que llenen
de luz caminos.
Que el mar
devuelva a la orilla
el barco del
amor.
Porque en
ella
esperan
versos y prosas
para relatar
en silencio
las noches
de nuestra alcoba.
Allí, en el
muelle,
donde anidan
las gaviotas del olvido.
Donde el sol
es más cálido
si es en
contacto con tu piel.
Justo al
lado del mar.
Donde las
olas van y vienen
pero nunca
se detienen.
Donde la
espera es más plácida
con el dulce
murmullo silencioso
de las
noches estrelladas.
Emerger mi faro entre tus olas de placer.