Una fina cuerda
nos une desde la adversidad.
Una cuerda fina pero que no se rompe.
Una cuerda fina que se tensa
pero que aguanta todo.
Una fina cuerda que marca la diferencia
entre la vida y la felicidad.
Que la cuerda no se rompa.
Nunca.
La cuerda de los sueños es eterna.
Irrompible.
La realidad, a veces, supera a la ficción.