Los pasos firmes y la mirada al frente.
La vida nos confunde
y nos da alegrías y sinsabores
pero entre los deseos de los que se aman
siempre, a cada instante nacen flores.
La luz llega cuando menos lo esperas
y en pleno verano puede volver la primavera.
Campos llenos de violetas salvajes,
donde poder mostrarte los lugares desconocidos
que en tu mente tan bien conoces.
Ríos con aguas cristalinas
donde refrescar todas y cada una de las heridas.
Y tu presencia a mi lado, cual imagen eterna,
que me haces descubrir, sin prisas,
que todo en esta vida es posible con paciencia.
El encuentro más deseado llega siempre,
cuando menos lo esperas
y la realidad superará
todo lo que hemos querido tener con paciencia.
La luz no nos cegará nunca,
será nuestra más fiel aliada y consejera.
Dejamos atrás el túnel… llega ahora la vereda,
con campos llenos de flores,
y con la necesidad de amarnos en la presencia.
Los sueños se cumplen, cuando uno menos lo espera.
Y cuando llegué ese momento…
la felicidad llenará de forma completa
toda la faz de la Tierra.