Hoy es un día especial.
El espejo refleja mi cara sonriente
con la felicidad de quien sabe
que esos momentos tan deseados
se acercan a pasos agigantados.
Las luces dibujan en mi rostro
la sonrisa del que se sabe
correspondido por la fuente de los deseos.
Lucho para disimular,
pero no hay ningún elemento
que me deje insatisfecho.
Soy feliz como el viento,
aunque la sonrisa sea justamente
aquello que se ve en ese momento.
Navego entre el cristal
y me veo feliz en la eternidad de los sueños.
Y es que… a mi lado te siento.