dissabte, 25 de juliol del 2015

Y seamos, juntos, el silencio de la mañana

 

Déjame acariciarte
y no pongas impedimentos.
Que nuestras pieles se fundan
en un solo cuerpo
y seamos la esencia pura
de lo que cuentan nuestros sentimientos.
Navegare por tu tersa piel
para poder saborearla
y descubriré nuevos parajes
donde depositar mis alas.
Seremos parte uno del otro
y buscaremos placer
allá donde lo haya.
No necesitamos más que ser uno solo
y que nuestras miradas
sean cómplices siempre
desde la noche a la mañana.
Y que no exista más tiempo
que el que marquen nuestras palabras.
Basta ya de silencios.
Hablemos con el amor como esperanza.
Y que fluyan, de forma suave y plácida,
nuestros placeres de forma desesperada
hasta encontrarse uno con el otro
allá donde el fuego la  sed calma.
Y seamos el silencio de la mañana
al despertar con las luces del alba.