Levantar la vista al cielo
y descubrir la luna rompiendo
los silencios de la noche.
Leer a Benedetti
y dejarme llevar
por las palabras de amor y consuelo
y renacer de las cenizas
para recordar las caricias en tu pelo.
Sobrevivir a las raíces de tu cuerpo
y acariciar cada recodo
con mis dedos
para después saborearlos
y oler el perfume
que emana de tus adentros.
Amar sin más razón
que saber que es el deseo
que anida en mi corazón.