Nada extraño
tras la mirada de los sueños.
Realidades escondidas
en la retina de tus ojos,
donde el reflejo de los míos
al ritmo de los latidos del corazón,
que se acelera
de forma inmediata e incesante
hasta acompasarse en dos.
Besos con deseo
donde nuestros cuerpos mojados
se unen en uno solo
sin más necesidad
que la de sentirse amados.
Mi piel rozando la tuya
y la tuya deseando
juntarse con la mía.
Besos esclavos de los besos.
Argumentos con raíces
que arrancan en el cerebro
para acabar
en el corazón del amor.
Sentimientos que se muestran
con los latidos de la mente.
