y con la
certeza de que ya no habrán más silencios.
Complicidad con
las nubes
que nos guían
a ambos por sendas iguales,
inhóspitas, pero
con un final feliz.
La luz se
enciende en nuestras miradas
y nos
permite ver secretos escondidos.
Soy consciente
de que no tengo un solo punto débil.
Todo yo soy débil
si tu eres quien me acaricia.
Como un
susurro entre flores raras.