dissabte, 14 de juny del 2014

Siempre de tu mano



Luce el sol
con todo su esplendor
y el agua del mar
acaricia suavemente mis pies.
La brisa marina
me da la sensación de libertad
que necesito para, atado de tu mano,
caminar pisando la fina arena de tu playa.
Mi cuerpo se llena de ti
y ambos nos llenamos de mar
y el salitre penetra en nuestros poros
para llenarnos de felicidad.
El mismo mar que cada día
podemos oler
en la brisa del viento al atardecer.