encienden
cada día mi cielo
dándole alas
a la madrugada
para que
llegue pronto el alba
y florezca
la luz de la vida.
Mis ojos
esperan en silencio
desde la
cama triste y fría
por tu ausencia
a que el
calor del día
nos llene de
ganas y energía.
Juntos sabemos,
que las
luces nos invaden el espacio
creado por
cada uno de nosotros
para
acercar, entre los dos,
nuestros
cuerpos deseados.
Luces de
esperanza
llenan de
alborada nuestras vidas.