Caminando
entre
arboles, naranjos y campos verdes
el olor a la
naturaleza me llena la mente.
Viento
cálido de levante
hasta la
playa de tu cuerpo,
para
imaginarme a tu lado en aquella cala.
Lejos del
ruido y de la gente.
Donde se
fundan nuestros cuerpos y nuestras mentes.
Donde el
canto de las gaviotas
nos haga
mirar el horizonte.
Y en el…
reflejarse nuestros deseos más nobles.
Deseos de
cantos de flores.
Cantos que
nada envidian a los ruiseñores
y que
surgen del interior de nuestros corazones.