dimarts, 9 de juny del 2015

Y que tu dolor no sea nada

En dirección al sol.
Con la lluvia a mis espaldas
y sufriendo en silencio
el mismo dolor que tu sufres
por debajo de la espalda.
Con miramiento y dulzura
acariciar donde el dolor
se para en tu cintura.
Llenarte de besos y caricias
y masajear esa zona dolorida.
Que mis dedos corran por tu piel
hasta cuidarla y mimarla
y que tus músculos se contraigan
para ayudar a sacar
ese tormento que tiene tu alma…
Y que nuestra fuerza sea solo una
para sobreponerse al daño que te inunda.
Y navegar por tu mar
para meter en él mi río
y que entre los dos surja

el deseo que se haya escondido.