Buscamos donde mirar
y no sabemos si alguien
se esconde más allá
de los rincones de las espaldas.
Esperamos de nuevo el encuentro
y en el camino de ese paso
nos encontramos
con más largas esperas.
Las palabras nacen de los silencios
y desde lo más profundo de nuestro ser,
surgen las palabras necesarias
para recorrer el tramo de tiempo
que aún nos falta y nos separa.
El encuentro hará que la espera,
aunque larga,
sea menos dolorosa
que la falta de nuestras miradas.