Te veo caminando firme
Vienes hacia mí con la sonrisa perenne
de los que en la mente tienen
el eterno deseo
de reencontrarse en silencio.
Corro hacia ti con la renovada ilusión
de abrazarte y sentir tu piel,
con el calor estelar de las luces del sol,
que empieza de forma clara
a difuminar las estrellas del firmamento.
En mi mente los recuerdos encerrados
de encuentros no lejanos en el tiempo,
que desean salir y ser compartidos
por las ganas del nuevo acercamiento.
Nuestros dedos se buscan y se funden
en el abrazo que precede a los besos.
Y las caricias se convierten en ese instante
en nuestro legado de amor eterno.
Donde sale el sol se esconden los recuerdos
y afloran los sentimientos.