Despertar diferente.
Con la brisa del mar
acariciando nuestras caras
y una taza de café
como complemento.
Una charla amena,
pero cargada de sensualidad.
Muchas fantasías
en el brillo de tus ojos
y mis manos acariciando las tuyas
en el deseo del despertar juntos.
Dulce brisa marina
la que comparte
nuestros deseos más dulces,
nuestras necesidades más remotas
y sobretodo nuestras pupilas rozándose
como alas de mariposa
en aquellos versos con sal.
Amor agradecido
a estas horas de la mañana,
cuando un café al salir el sol
sabe tan diferente estando a tu lado.
