mirando al horizonte
y buscando encontrar
el perfecto retrato de tu silueta.
Y no bajar jamás la vista
hasta encontrarme con tu mirada
cruzándose con la mía.
En la distancia de los recuerdos,
descubriendo tu cuerpo
y viajando
hasta los mundos placenteros
de los encuentros de los amantes
que saben bien donde comienza
y donde acaba el universo.
Y encontrar la luz que desprendes
cual flor iluminada
en el mundo entero.
Y que nuestros corazones se unan
en el palpitar eterno,
donde la soledad no existe,
tan solo el universo.