Tu mirada
ardiente buscando la mía,
con deseo,
con desesperación.
Como si el
tiempo no fuese más que tiempo
y el momento
hubiese que vivirlo
con el
desenfreno de los que se necesitan.
Una mirada
escondida que sigue a otra furtiva
y las
lenguas se mezclan con pasión infinita.
Un deseo,
una pasión.
El anhelo de
querer tener lo que se busca
y conseguir
estar con quien se quiere.
Unas formas
encadenadas de dos cuerpos
que se
necesitan en el espacio minúsculo del habitáculo.
Deseos ardientes
con la luz del día.