aflorando
entre mis mejores recuerdos.
Suavemente
aterciopelada pero firme.
Eternamente sensible
y delicada.
Como la piel
de la manzana
y el saber
de el amor de buena mañana.
Dulces sentimientos
en la noche estrellada
y por encima
de todo…
Tu imagen
adorada
hasta la
eternidad de los sueños
con el café
de la mañana.