Sembrando de
flores el campo de tu cuerpo,
para
llenarlo de suaves caricias aterciopeladas.
Intensidad
de las caricias deseadas
para
incrementar la necesidad de sentirnos vivos. Tu y yo.
Juntos en la distancia
a pesar que querer estar juntos en el tiempo.
Cuanto más lejos,
mas deseamos el contacto de nuestras pieles
hasta que se erice el vello
y nos haga sentir aun mas humanos.
Juntos en el deseo
con las mentes viviendo a cada instante
con más vértigo y deseo.
Velocidad de amor
que deja atrás la de paseo
para convertirse en deseo rasgado
de las vestiduras del viento
cuando acaricia suavemente nuestros cuerpos.