de una vez
por todas.
Buscar en tu
aliento
el beso
escondido
del amante
eterno
y
reencontrar los momentos
de los
atardeceres
que nos
perdimos juntos
por la
distancia y el tiempo.
Silenciar tus
labios con los míos
y hablar con
el lenguaje
de las manos
subiendo y bajando
incesantemente
por tu cuerpo
y tus manos
recorriendo el mío.
Renacer de
las viejas cenizas
que nos
daban por derrotados
y descubrir
que en el cielo
estaremos
juntos viajando
a lomos de
nuestros deseos alados.
Y la lucha
por el amor
seguirá
siendo la lucha
de los
amantes cautivos
de su propio
aliento.
Y por encima
de todo eso
nuestros
sentimientos,
tan humanos
y tan sinceros
como la
sombra del sol
detrás de
nuestros cuerpos
fundiéndose por
el deseo.