divendres, 12 de febrer del 2016

Morder el cielo de tu cuerpo, suavemente



Morder tu cuerpo suavemente
y poder decir que he mordido el mismo cielo.
Repetir una y mil veces
el pecado más sincero
y que nos llena a ambos del placer eterno.
Sentimentalmente enamorado de ti,
sexualmente atado a ti.
Enloquecido a cada instante
con la dulzura de tus besos.
Recorrer cada centímetro de tu piel
en busca de un final feliz.
Pero que nunca se acabe.
A veces callando tantos deseos
que mi boca no se atreve a contarte
pero que mi cuerpo nada más te ve lo grita.
No buscaré en tu cuerpo un solo punto
porque tenga una letra,
buscaré el abecedario entero
en cada rincón donde habitas
y seremos los dos uno solo en el alma.