dimarts, 16 de febrer del 2016

Amarte salvaje



Amarte salvaje.
Sin miramientos ni preguntas,
solo con el deseo
de dos cuerpos enamorados
y dos mentes desatadas
en busca de placer 
inmenso e inacabable.
Que nuestras pieles sientan
lo que desean con anhelo
y las marcas queden en cada jirón.
Que nuestras lenguas
se unan voraces y desatadas,
para atarse con su saliva
y permanecer juntas en el tiempo.
Que nuestras miradas se fundan
con unas pupilas necesarias
en el acto del placer supremo.
Que nuestros cuerpos se acoplen
allá donde acaba la espalda
y empiezan los nudos con las piernas
del momento de penetrarse entre ellos.
Placer sin más.
Salvaje deseo de amar y ser amado.