dijous, 23 d’abril del 2015

Masajeando tu piel



Rozar tu piel despacio,
presionando con las yemas de mis dedos
y girar sobre tus poros suavemente
hasta hacerte gemir de placer.
Acariciar cada centímetro de tu piel
hasta mojar mis manos.
Moverme desde la gruta
que hay entre tus piernas
hasta la punta de los dedos de tus pies
y conseguir de forma relajada
que el alivio sea constante, fluido y real.
La sencillez de acariciarte en cada encuentro.