Mañana dulce con el sol en lo más alto
y las olas del mar bañando nuestros pies descalzos.
Caminar por la orilla sintiendo
el calor de tu mano junto a mi mano,
enganchada como la tinta se engancha en el papel
y se unen eternamente con ganas desmesuradas.
Caminando despacio, pausadamente, sin prisas,
con el deseo encantado de poseer
cada parte de tu cuerpo con mi cuerpo
y que el cielo azul sea testigo
del amor ciego que nos tenemos.
Caminar por la orilla de la playa,
con las manos acariciándose,
como si el tiempo no pasara.
