Una imagen y mi mente
se acerca al deseo desesperado
de tenerte entre mis brazos,
atada a mí y viviendo para ti por mí.
Sueños desencadenados
llenos de ardientes sensaciones
que queman en el interior
de la gruta del placer perenne.
Situación morbosa
llena de pasión, que nos atrae
y encadena desde la mente
hasta los poros de la piel,
que sobreviven cada vez
al ardiente encuentro
de la desesperación de los amantes
fundidos en un abrazo y un beso.