Abro la ventana y a lo lejos la veo,
siempre presente en todos mis sueños.
Luna que me ayuda a recordar
los momentos de felicidad
que vivo a tu lado siempre
y me ayuda a mirar adelante,
sin miedos, sin dudas, sin reproches,
con deseo de luchar a cada instante
por todo aquello que vale la pena.
A veces sin sueño, otras con sueño,
cuando mi cabeza descansa
y se recuesta en la almohada
y cierro plácidamente los ojos, …
apareces siempre tu. una luz cegadora
que me ayuda a ver y mirar hacia adelante.
Sin prisas pero con ilusión.
Momentos de placer extremo
que se revierten en cansancio físico,
aunque la mente siga pidiendo más y más.
Verte extasiada me pone,
y no se realmente porqué,
cerca de las estrellas
de una cálida noche de verano
en pleno invierno.
Porque a pesar de la distancia
te quiero cada día un poco más.
También hoy.