Vivo en el andén de la estación del tiempo,
donde todas las imágenes se detienen ante la retina,
viendo pasar eso momentos especiales
que se recuperan y que hacen que de nuevo
estemos uno al lado del otro.
Nada más hermoso que dilatar mis pupilas
recordando cada uno de los momentos vividos contigo.
Las prisas al aire libre para llevar nuestros cuerpos
donde los hangares son amplios y húmedos.
Reentrar en el túnel de tus piernas
para salir airoso del deseo voraz
de la intensidad de tu cuerpo.
Momentos mágicos, sin dudarlo ni un momento.