Un día más despierto
y vivo de sobrevivir.
Las palabras fluyen
dentro de mi
e intento coordinarlas.
El cansancio se apodera de mi cuerpo
y me duelen los brazos
aun para escribir.
Sufro pero camino,
siempre adelante
y con la vista puesta en ti.
Siempre de frente,
con la cara bien alta,
y deseando seguir avanzando.
Y solo con una idea fija en la mente.
Seguir siempre a tu lado.