Que no venga
la noche a buscarme.
No quiero
cerrar los ojos.
Quiero que
tu imagen
siga siempre
presente en mi retina
y que el
viento sea suave y me acompañe.
Que la
lluvia riegue los campos de mi corazón
y que el
latido del mismo
sea rítmico con
los tuyos.
Que los
besos sean besos de amor y no de sal
y que el
salitre de nuestros cuerpos
se confunda
con la propia lluvia.
Que no haya
dos sino uno solo
y que ese
uno sea la unión de dos en un encanto.
Que los
vivos sigamos vivos
para siempre,
y que
nuestras manos sean
las cadenas
que impidan
que nos separemos.
Y que esa unión
la sellen nuestros labios con sus besos.
