porque las estrellas la miran.
Nunca te quedarás sola
porque mi mirada te cuida.
Mis ojos entran en el cielo,
de noche y de mañana,
y cuando toca cantan un bolero,
cuando no una nana.
Siempre pendiente de tu risa
con ganas locas y desesperadas.
Con el anhelo de desear
que la luna y el sol
lleguen juntos a la cama.
Y que se besen y se toquen,
que se acaricien y se mojen,
porque los luceros del día
han de salir de esa cama.