La brisa del
mar trae siempre tu aroma.
Las luces se
confunden
con tu
cabello al viento
y las
violetas surgen de la tierra
con olor a
mojado.
Mi retina
convierte la propia luz del día
en un lienzo
donde se ve tu silueta
y en lo más
profundo de mi mente
surge la imagen
de tu piel junto a la mía.
Alegoría de
la vida
con nuestras
manos siempre unidas.