Destrozado
por el angosto camino
que no
conduce a nada.
Y desde la
nada descubrir
que nada
queda
en los
ancestros del deseo.
Amanece el cielo
con sangre
y no se cual
será su final.
Las gaviotas
pierden el vuelos
y se
desesperan.
El horizonte
ya no existe en mi mente.
Solo la ola
que
se retira
despacio de la orilla de la vida.