En el mismo
sentido,
en la misma dirección
y con los
mismos anhelos.
Un destino
común que,
con alas de
halcón,
hacen que
acortemos espacios.
Dos en uno y
uno muy grande
que nos une
por encima
de la mayor realidad.
Deseos que
nadie rompe ni romperá.
Puertas
cerradas a la luz
que abrimos
con nuestros sueños.
Los dos.
De la mano.