Tu voz me llama

Nubes negras en el cielo

que intentan estropear un gran día.

Pájaros rompiendo el viento,

negándose a esconderse en celo.

Luces que surgen de entre las nubes

como reflejos de hada.

Solemnidad de los que deseamos

que entre ellas aparezca el alba.

Deseos de esperanza.

Con la mañana oigo tu voz

como me desea y me llama.

Los sueños son sueños.

Y tu eres mi esperanza.

Camino de violetas

Largos paseos sin rumbo ni dirección.

Mirando el horizonte

y viendo en él, los restos de naufragios

que dia a dia vivimos en silencio.

Paso a paso,

firme pero ya cansado

de buscar la tierra de los sueños.

Destrozando malas hierbas

para dejar crecer solo las violetas.

Viajando con pies de cemento

que me impidan alejarme de ti.

En mi mente solo anidas tu.

Deseos que nadie romperá

Dos sueños cogidos de la mano.

En el mismo sentido,

en la misma dirección

y con los mismos anhelos.

Un destino común que,

con alas de halcón,

hacen que acortemos espacios.

Dos en uno y uno muy grande

que nos une

por encima de la mayor realidad.

Deseos que nadie rompe ni romperá.

Puertas cerradas a la luz

que abrimos con nuestros sueños.

Los dos.

De la mano.

La adoracion de nuestras pieles

Siempre es difícil despertar.

Entran los rayos de luz

y noto tu ausencia

en el lado oculto de mi cama.

Siempre al acostarme

palpo ese lado

para descubrirte e imaginarte.

Y al despertar

hago lo mismo, deseándote.

Sé que los rayos de luz

anuncian que cada día

esta mas próximo nuestro encuentro.

Maldito despertar que me rompe el sueño,

pero que me acerca a tu realidad.

Nuestros caminos se encuentran

En el espacio del tiempo,

y nuestras pieles se adoran,

sin descanso, hasta la extenuación.

Caminando a tu lado

A contracorriente.

En busca del espacio

que el viento me permite

y con las ganas de resurgir

desde las profundidades

para surcar el cielo

que me lleva a tu vera.

Sobrevolar

cada rincón de tu cuerpo

en busca de tus labios

y poder saborear cada instante

de los días que me queden de vida.

Penetrar entre la luz

y conseguir que la lluvia carnal

moje cada rincón de tus entrañas

hasta que los gemidos de placer

acallen el ruido de las nubes de algodón.

Camino… pero no solo sino a tu lado.