No desperdicies ni un sueño más
ni dejes de vivir todos tus sueños.
Planea entre el cielo y el suelo
y vive de espaldas al daño
de quien, aun diciéndolo repetidamente,
hasta cansarte con ello, no te ama.
Vive entre las necesidades de tu mirada
y quema con el fuego de tus pupilas mi alma.
Y renace de entre las brasas
yvvuela alto, muy alto pero vuela.
Quiérete a ti y a los tuyos.
Y que los amantes del daño
se queden atados a las brasas
de su malhacer desesperado.
Y ue nadie quiera ser más que tu,
y tu intenta ser solo tú,
y aprovecha te del espacio
en el que siempre habrán amistades
que te harán volar muy alto.
Y entre las estrellas del firmamento
estarán mis ojos mirándote
y cuidando de ti cada noche.
Y sin sueños o con ellos,
una botella de vino y dos copas
nos esperan en ese lar especial
que solo tu sabes y yo conoceré.