Equilibrios entre el deseo y el odio.
Distancia entre los pensamientos
desde la fluidez de los latidos del corazón.
Contrastes claros de frío y calor,
de blancos y negros, de luces y sombras
en una relación deseada que dejas ahogarse
sin encontrar el placer que surge
desde los latidos del corazón rítmico.
Poder del placer subliminal
que recorre nuestra piel
a ritmo de música remember.
El deseo de encontrarse de nuevo,
después de tanto tiempo, y buscar
ese abrazo que surge desde bien adentro.
El tiempo late al ritmo
que marcan nuestras pieles
en las acrobacias del deseo de los placeres.
¿Bailas? ¿Conmigo o para mí? Decides tu.