Y florecerán
jardines
de flores
exóticas en tus ojos,
deslumbrando
raíces inhóspitas
escondidas
es tus entrañas,
allá donde
la luz se esconde y mi lengua
busca que
los gemidos salgan espontáneamente
en tu jardín
de flores raras.
Porque la
timidez de tu encanto
tiene más de
una mirada
y encuentro
fascinante como sería,
adormecerme
entre las sábanas húmedas
por los
recuerdos de las caricias pasadas,
en las
noches de la Luna estrellada.
Me pertenece
la luna
en la
almohada de la madrugada
cuando su
luz entra por mí ventana.
Y no me acostumbro a estar sin ti,