Despertar de
una siesta,
con la voz
rota y desgarrada
y escucharte
al otro lado,
con tu voz
aterciopelada.
Con tus
mejores deseos
para mis
momentos de reposo,
el descanso
del guerrero cansado
pero jamás
derrotado.
Con la mejor
palabra
brotando de
tus labios,
para hacerme
ver que los sueños
solo son sueños
si el
despertar es a tu lado.
Con la voz
rota y quebrada,
aun
temblorosa por mi sueño,
solo sé
decirte que te amo.