dilluns, 25 d’abril del 2016

Donde el viento se une con el mar



Mi corazón late espontáneamente.
Porque sabe que entre el cielo y tu
hay algo calvo que se limita a vigilar
tu presencia a pesar de la ausencia.
Sin pelos en la lengua la Luna
renace con su omnipresencia
buscando encontrar entre brumas,
la máquina de la existencia sincera.
Sin tu latido no existiría mi latido
porque van unidos, al unísono.
No hay uno sino estamos los dos,
porque sin ti no hay puerto
donde pueda amarrar mi barca.
Donde el viento se une con el mar,
renacen las cenizas de las miradas,
que queman en silencio de las nubes,
eternamente, a pesar de la distancia.