quemando
cada rincón de mi piel.
Lamentos ahogados
entre
sabanas mojadas,
donde las
negras cenizas
manchan la
clara esperanza.
Deseos de
amor que desarman
las señas de
la realidad escondida.
Espacios
eternos
donde solo
la calma
podrá
destrozar la tempestad
que nos
ahoga entre lamentos
y velas
rotas y desgarradas.
Las letras
se esconden
tras las
palabras escondidas
en las
oscuras moradas,
donde los
duendes son demonios
que al mismo
fuego delatan.
donde las
lagrimas
como espadas
se clavan,
allá donde
anidan los deseos
y se cierran
las moradas anheladas.
Donde las
estrellas se esconden,
por miedo a
ser violadas.
Donde la Luna
desaparece,
camuflada y
escondida,
entre nubes
negras
que parece
que matan las esperanzas
de los que
amamos sin temor a nada.