Tu eres la esencia
que invade
mi vida con tu presencia.
Te necesito
como la luz al día
y como el
aire que respiro con harmonía.
Eres el
encanto encendido
de la piel
caliente que quema,
pero no
daña,
que abrasa
pero no
levanta ampollas.
Eres quien
me levanta los sentimientos
y quien se
cobija a mi lado
vigilando
mis sueños.
Porque tu
mirada enciende tu sonrisa
y tu cara
se llena de luz plena
como la de
la Luna Llena.
Y me apetece
tanto,
perderme
entre tus piernas
y devorar la
piel que brilla
y se refleja
escondida en ellas.
Comer de las
ansias de quien
ama el
placer que sale de tu entrepierna.