No busco
ni quiero
ni necesito
regalos materiales,
ni lujos que no me puedo
pagar.
Prefiero quedarme con lo simple.
Me gusta que me quiera
la persona a la que quiero,
y me gusta quererla ciegamente.
Me quedo con un abrazo,
un beso desesperado,
un te quiero, un cuídate,
un te necesito, un sorprendeme...
Todo eso que no es material
pero que me acerca tanto a ti.
¿La recompensa?
El roce de tu piel.