dilluns, 28 d’octubre del 2013

Descanso eterno



Después de la pena…
un intransigente silencio 
que nos rompe por la mitad.
La ausencia, símbolo de presente
con ansias de hundirse en el futuro
y deseos de anhelar en la incógnita
de la sinrazón imaginaria 
del deseo del viento.
Bailando como cintas en un ventilador.
Deshaciendo nudos en la garganta.
Paz inerte entre los resquicios 
de la lealtad del placer.
Anhelo.
                 Descanso eterno.