un
intransigente silencio
que nos rompe por la mitad.
La ausencia,
símbolo de presente
con ansias
de hundirse en el futuro
y deseos de
anhelar en la incógnita
de la
sinrazón imaginaria
del deseo del viento.
Bailando
como cintas en un ventilador.
Deshaciendo
nudos en la garganta.
Paz inerte
entre los resquicios
de la lealtad del placer.
Anhelo.
Descanso eterno.