Hasta el infinito y más allá

Sin tapujos.

Para ti siempre

estoy y estaré.

Por muchos años que pasen

y muchas tormentas

que nos separen en la distancia.

Porque no hay olvido

en la mente del amor.

Para superar los miedos

hay que mirar adelante,

pensar en un futuro juntos

a pesar de las barreras

y por encima de las fronteras.

No es más fuerte

quien más peso levanta,

sino el que más velas aguanta.

Y mi viento te ayudara a navegar

en el mar de las locuras cuerdas.

Para atarte a mí en silencio

con el deseo de permanecer

cogidos de la mano.

Confiando en ti ciegamente,

hasta el infinito y más allá.

Acaricia la Luna

Vente conmigo sin dudarlo.

Ven a visitar el país

de los que soñamos con estar locos

dentro de la ansiada locura

de los que amamos el placer de amar.

Que el tiempo no logre vencernos.

Dejemos de lado los relojes,

porque un minuto sin tí

es la eternidad de los siglos para mí.

Regala me tu tiempo

y yo te entregare, pausadamente,

el alma que no quiso ni el Demonio.

Vivamos el instante solapado

en la memoria de los ganadores de esperanzas.

No esperemos que pase el tiempo por pasar.

Rompamos las barreras de las fronteras

y crucemos los caminos del sueño eterno.

Piensa en mí,

aunque solo sea por casualidad

y recuerda que tu sonrisa

me hace siempre feliz.

Levanta la mano al cielo

y acaricia a la Luna,

y tu caricia llegará

hasta lo más profundo de mi ser,

tu tacto se hará eterno.

Lucha de Titanes

Desenfreno.

Tiempo de locura, de rabia sexual

que se mezcla con el deseo

de la penetración dura y fuerte

de estar dentro de ti.

Tu mente abierta de par en par

para que entren en ella

mis deseos más fantasiosos.

Dulce venganza la de las pieles

que se tocan y acarician

mientras el placer explota

entre los dedos

y las ganas contenidas de resurgir

de las cenizas que queman en las entrañas.

Lucha de titanes

entre sabanas húmedas de licor de almas.

La mente más desconocida

Caminar libremente,

atada a las palabras

que resuenan en tu cabeza.

Seguir los pasos de la luna,

allá donde se esconde la Luna.

Silencios que dañan

y que impiden ver con claridad

el futuro más cercano ni el presente.

Luchar sin pausas,

por ser Dueño y Señor

de los sentimientos que nos abocan

a ver la más dura realidad

de no ser y muchas veces no estar.

Ver como el silencio pasa

y nos quedamos sin palabras

ante la realidad de no contar

más allá de las cuentas

de los cuentos chinos de la mente.

Estar para ser

Porque si.

A veces las sorpresas

son más que sorpresas,

son realidades escondidas

en las pupilas

y que no esperas

pero que conservas en la retina.

Un viaje inesperado.

Un buscar donde sea

para compartir espacio y tiempo.

Un abrazo furtivo,

lejos de las miradas.

Una mirada intensa

dentro del abrazo deseado.

Un ser y querer estar.

Un estar y querer ser.

Un deseo extraño de aquello

que se ha deseado y soñado

tantas y tantas veces

y que al final llega

para mojar todo de deseo contenido.

Un orgasmo intenso de placer

que fluye entre las venas,

acelerando los latidos del corazón

cuando el tiempo está detenido

entre las sombras, los miedos y el deseo

del espacio más deseado.

Ser y estar.

Estar para ser.

Juntos y abrazados,

aunque sea en los lugares más deseados.

Y si miran.... que disfruten

Silba y estaré a tu lado

pendiente de ti.

Coge te de mi mano

y bajemos juntos al infierno.

Seré el mejor demonio

que te acompañe

en tu camino de descanso.

No te fallaré.

El cielo aburre

y buscamos juntos morbo

y diversión sin fin.

No importa el donde, ni el como

pero si el cuando,

y YA es el futuro inmediato.

Porque no me conformo con poco, no.

Elijo la mejor compañía

y esa eres tu.

Porque el saber no ocupa lugar,

y si lo ocupa lo desalojamos

con nuestros besos y versos.

Y al que no le guste, que no mire.

Y si mira, que al menos disfrute

mirando como nuestros cuerpos se unen

y nuestras lenguas se entrelazan.

Y el placer fluye desde el fondo de las entrañas.

Morbo y deseo de placeres ocultos.

De la Luna y el Sol, a veces

Tu mente abierta al deseo,

con ganas de consensuar el placer

y tus piernas abiertas al abismo

donde arde el demonio de la piel.

Miel y gélidos momentos

que endulzan la  sensación de saber

que lo que quema no es el fuego

sino el calor de tus venas corriendo dentro de él.

No busquemos excusas

para no atarnos de una vez,

y que se abran todas las puertas del placer,

porque sin el nada tiene sentido

y nada es como dice ser.

Que se preñe la Luna del Sol

y que nazcan firmamentos ornamentales

con estrellas de colores que nunca se apaguen.

Y que quede prendida la llama de tus ojos

que me queman las entrañas

cuando tu cuerpo desalojo

y se riegan los campos con la simiente de los cocos

de la selva virgen escondida en la pupila de tus ojos.

Y que nazcan los sueños de la noche

allá donde el silencio pasea a su antojo

y que los rugidos del mar en un día de tormenta

sean el preludio de nuevos encuentros amorosos.

Quemarse con el fuego de los besos

Sentados

frente al fuego de la eternidad.

Regocijándonos

entre las brasas del deseo

y quemándonos

con la humedad de nuestras lenguas.

Dejar que las serpientes táctiles

recorran

cada centímetro de nuestras pieles

y poder acariciar

en el interior de los muslos, despacio,

suavemente,

hasta que fluya la humedad necesaria

de la cavidad que se esconde entre tus piernas.

Disfrutar con la turgencia desmedida

del duro báculo de los Dioses,

deseoso de instalarse allí adentro.

Buscar a la luna con mis gemidos

para complacer a la deseada dulzor

de las entrañas, que mojará el suelo

al vaivén de mis deseos.

Abrazos firmes

cuando la luz de las estrellas se apaga

y el sol quema

hasta en interior de las entrañas.

Deseos imperceptibles

de días de vino, rosas y besos

de  libro con las páginas abiertas.

Como tu. Abierta al deseo.

Y nada fué un error

Suevamente y sin errores.

Viendo la vida al pasar

por las calles del viejo bulevar.

Una más uno dos, y dos

más dos cuatro y sin restos.

No más de dos son multitud,

pero menos de dos si es tristeza.

Saber donde estas y con quien,

y poder caminar desde la distancia

juntos para revolverse para buscar

los deseos ocultos en la mirada del pasado

con reflejos pasteles de futuro,

caminando siempre detrás de los sueños.

Porque los sueños no solo son sueños.

Son la mirada al futuro eterno,

con el presente por bandera

y sin olvidar el pasado vivido.

Y que las caricias fuertes mutuas,

sean la bandera de los cuerpos que se desean.  

Y nada de esto fue un error.

Atada a mi mente y a mi cuerpo.

La Luna pendiente de Tí

No busques detrás de la almohada

ni debajo de la ventana

aquello que está escondido en tu corazón.

No quieras sentir que el pasado fue mejor,

porque tienes enfrente un futuro

lleno de energía y de vida para y por vivir.

Mira al frente y camina

que la Luna siempre está pendiente de Ti

para que puedas despertar cada mañana

y vivir buscándote a ti misma.

No hay mejor luz que la de la mente

de las personas que aman

porque en el reflejo de su corazón

existe la alegría de sentirse importantes

no solo en tu vida sino también en la de la. otra persona.

Sueña y escucha los sueños

como te indican el camino de la felicidad.

No hay nada más hermoso

que saber marcar el ritmo de tus pasos.

Busca el sol y encontrarás la luna y las estrellas.

Jugando Mar adentro

Busca en el mar de los ancestros

la imagen que se pierde en la soledad

de aquellos sueños insurgentes

del deseo desgarrado de la existencia

de la ventana abierta al sol.

Romper la distancia que nos separa soñando.

Y sé soñar con que mis manos rodean tu cuerpo

y mi lengua abre tu boca penetrando, mar adentro,

allá donde se esconde el deseo de los amantes

que siente el deseo del espacio y del tiempo.

No rasguemos más telas ni rompamos deseos.

Quitemos despacio las velas que esconde los cuerpos

 desesperados y mojados por la magia del deseo

de permanecer, yo adentro, tu abierta a los vientos.