Sentir tu piel,
arrastrándome al placer
y al deseo,
y despertar de los malos momentos.
La suavidad deseada
de cada uno de tus rincones
se aterciopela en mis manos,
mojando las esencias de mis dedos.
Tus besos largos,
profundos,
calientes,
suaves,
deseados.
Y un abrazo largo y profundo
hasta que el calor de nuestros corazones
funda nuestra piel en una sola piel.
Deseo de mantener la realidad del instante
en la retina de nuestras mentes incansables.