Sin vergüenza ni pudor.
Esté quien esté delante.
Mi abrazo será tan largo,
tan sincero y lleno de vida,
que los cimientos del corazón
temblaran cual terremoto de deseo.
Y las largas noches pasadas
serán el más firme lazo
que me ate a tus sentimientos.
Y tus deseos ocultos,
junto a tus dudas existenciales
serán la cuerda que una
para siempre la mente y el placer.
Y juntos sembraremos de deseos
la tierra regada por los anhelos
y descubriremos juntos
que no ha sido un tiempo perdido,
sino el principio de tanto
que aún nos queda por vivir.
Juntos en lo más eterno.