dimarts, 10 de novembre del 2015

Siempre nos queda la luz



Siempre nos queda la luz.
Aunque el sol se apague
y las nubes no me dejen
ver la luna ni las estrellas,
siempre me quedará
el brillo de tus ojos
calvándose en mi como espadas.
Sin silencio,
porque a veces el mismo silencio
me deja ver que existe luz más allá,
porque tu mirada
tiene fuego de estrellas,
y me da el calor de la vida.
Poco a poco me robaste el corazón
y me diste el calor
de los que acaban necesitándose,
por encima del bien y del mal.
Porque al despertar,
el miedo de la noche se va.